Tendencia prevista para el verano 2025

Siempre es interesante intentar prever lo que sucederá a medio y largo plazo. Aunque sea una pincelada que nos pueda dar una idea de lo que nos podemos encontrar. Pues, como siempre decimos: hablamos de tendencias, sin poder concretar demasiado.
En la Península y Baleares, los veranos se suelen caracterizar por temperaturas elevadas, cielos despejados y escasas precipitaciones, especialmente en el interior y sur del territorio. Además, en los últimos años se ha observado una marcada intensificación de estos rasgos estivales, con calor que ha ido a más y, en ocasiones, con fenómenos extremos más frecuentes.
Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), los veranos de 2022 y 2023 fueron los más cálidos en España desde que hay registros, con anomalías térmicas que superaron los +2 °C respecto a la media del periodo de referencia 1991-2020. El verano de 2022, en particular, no solo destacó por su intensidad térmica, sino también por la sucesión de olas de calor, algunas de ellas prolongadas y de gran extensión territorial. ¿Se volverá a repetir este año 2025? Ahora veremos que nos indican los diferentes modelos meteorológicos.
JUNIO DE 2025 SECO Y MUY CÁLIDO
Durante lo poco que queda de este mes de mayo se prevé un aumento progresivo de la temperatura en gran parte del territorio, con valores muy elevados para las fechas, sobre todo, en zonas del interior. Algunos registros podrán alcanzar, por ejemplo, de 35º a 40 °C en el Valle del Guadalquivir. Esta tendencia se podría mantener a lo largo del mes de junio, esperándose un mes cálido en general, en gran parte de la Península y Baleares. Predomino general de las altas presiones con masas de aire emergentes del norte de África en diferentes episodios. Una tendencia que enlaza con la ya prevista en un anterior artículo en el que hablábamos de la primavera de 2025.
La meseta norte (Valladolid, Palencia, Zamora, norte de Salamanca) y zonas del sur de Castilla-La Mancha y norte de Andalucía muestran anomalías entre +1.5 °C y +2.5 °C, con áreas puntuales incluso por encima de +2.5 °C. Con todo, se podrían dar registros máximos cercanos o superiores a los 38–40 °C en momentos concretos, como ya ocurrió en junio de 2022.
En regiones como Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Extremadura y buena parte del interior peninsular, las anomalías están en torno a +0.5 °C a +1.5 °C, lo que también apunta a un mes igualmente cálido, pero con menor intensidad. No sería descartable alcanzar los 42–43 °C en las zonas más expuestas como Montoro o Andújar, valores similares a los de olas de calor recientes (junio 2022). Picos de 36–38 °C en puntos cálidos del interior como el Valle del Ebro o Murcia, y noches con temperaturas mínimas en torno a los 22–24 °C en áreas el litoral.
Madrid, buena parte de Andalucía occidental, y zonas de Galicia y el norte peninsular, presentarían anomalías casi neutras, lo que indica que podrían registrar valores térmicos cercanos a la media o ligeramente por encima.
Tanto Baleares como puntos del litoral del levante presentan anomalías positivas suaves, en torno a +0.5 °C o +1 °C, por lo que se prevé también un junio cálido, aunque sin extremos térmicos tan acusados como en el interior.
Respecto a las precipitaciones, el mes de junio se prevé más seco de lo habitual en prácticamente toda España, especialmente en la mitad sur y puntos del interior. En muchas regiones, esto puede traducirse en un mes con lluvias prácticamente nulas, reforzando el inicio temprano y seco del verano. La única excepción la encontraríamos en puntos concretos de Cataluña, sobre todo en el cuadrante nordeste, con tormentas que podrían ser frecuentes.
JULIO 2025
Tendencia muy similar a la del mes precedente. Temperatura superior a la media climática en una mayoría de comunidades, aunque con menor intensidad que la registrada en los julios más extremos de los últimos años. Las anomalías térmicas previstas oscilan mayoritariamente entre los +0.5 °C y +1.5 °C, con algunas zonas puntuales en el interior peninsular alcanzando o superando los +1.5 °C respecto al promedio climático del periodo 1991–2020. En cambio, puntos del oeste de Andalucía presentarían temperaturas adecuadas a las fechas o ligeramente inferiores.
En el sur de Castilla-La Mancha, norte de Córdoba y sectores interiores de Andalucía oriental, se prevén desviaciones térmicas significativas, que podrían situarse entre +1 °C y +1.5 °C, con áreas puntuales ligeramente por encima. En estas regiones, ya de por sí propensas a máximas extremas, se podrían alcanzar temperaturas superiores a los 42–43 °C en los momentos más cálidos del mes, replicando episodios similares a los vividos durante las olas de calor de julio de 2022.
La Meseta Norte, especialmente la zona de Valladolid y el sur de Palencia, también presenta una anomalía térmica destacada, cercana a +1.5 °C. En este contexto, se podrían alcanzar máximas cercanas a 38–40 °C durante los días más calurosos del mes, un comportamiento más propio del valle del Guadalquivir que del centro-norte peninsular.
Por su parte, Cataluña, Baleares y buena parte del litoral mediterráneo, aunque muestran anomalías más moderadas —en torno a +0.5 °C a +1 °C—, podrían verse afectadas por un incremento en la frecuencia de noches tropicales (mínimas ≥ 20 °C) e incluso ecuatoriales (mínimas ≥ 25 °C), especialmente en las grandes ciudades costeras. La combinación de calor y humedad aumentará la sensación de bochorno.
En perspectiva, julio de 2025 parece seguir la línea de los veranos cálidos de los últimos años, pero sin alcanzar —al menos por el momento— las anomalías récord de julio de 2022, cuando la temperatura media mensual se disparó más de +2.5 °C por encima del promedio nacional. En este sentido, se trataría de un mes muy cálido pero no excepcional, aunque habrá que vigilar la posibilidad de olas de calor prolongadas en el centro y sur peninsular.
En cuanto a las precipitaciones, se prevén adecuadas a las fechas en gran parte del territorio. Serán escasas, por lo tanto, con episodios de chubascos y alguna tormenta que podrían ser especialmente frecuentes en el nordeste. Curiosamente, los modelos continúan indicando inestabilidad más acusada en puntos de Cataluña.
AGOSTO 2025
Agosto de 2025 apunta a que será más cálido de lo habitual en buena parte de España, aunque con anomalías térmicas generalmente moderadas, en torno a +0.5 °C a +1.5 °C sobre la media climática 1991–2020. Parece que vamos a tener que acostumbrarnos a este tipo de anomalías positivas, que se repiten últimamente verano tras verano.
Las anomalías se concentran especialmente en el interior peninsular, con áreas cálidas en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Comunidad Valenciana e interior andaluz. Aunque no se prevén desviaciones muy extremas, esta situación apunta a un mes estable, seco y caluroso, donde las temperaturas podrán superar los 38–40 °C en puntos tradicionales como el valle del Guadalquivir, el interior murciano o el valle del Ebro, de forma puntual.
Por otro lado, se podrían dar valores neutros o muy cercanos a lo “normal” en el oeste peninsular y litoral atlántico, como en Galicia, norte de Portugal y zonas del oeste andaluz, lo que podría suponer temperaturas algo más contenidas respecto a lo habitual en esas regiones.
En resumen, agosto de 2025 se perfila como un mes veraniego típico dentro del contexto cálido de los últimos años, aunque menos extremo que otros agostos recientes como el de 2023, caracterizado por olas de calor prolongadas. Aun así, se mantendría la tendencia general al dominio del calor, con noches tropicales frecuentes y escasa lluvia en la mayor parte del país.
El mes de septiembre, por ahora, se prevé muy seco y también cálido. Veremos si se acaba confirmando, o no, este último punto, a lo largo de las próximas semanas/meses.