Los meteorólogos y la Semana Santa

Los meteorólogos y la Semana Santa
Autor: Samuel Biener - Geógrafo del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante
7 de abril, 2019

Quedan pocos días para la Semana Santa, uno de los períodos más frenéticos del año para los meteorólogos y climatólogos. Por un lado, muchos cófrades y fieles están pendientes del cielo, para que las procesiones puedan salir sin problemas, tras un año esperando a que llegara ese momento. Por otro, turistas y hosteleros también están muy atentos a la meteorología, ya que Semana Santa es una de las temporadas turísticas por excelencia en España.

Y es aquí cuando muchas personas se acuerdan del hombre del tiempo. Es habitual que las primeras preguntas empiecen a llegar semanas antes (al igual que suceden con otras fiestas importantes, como las Fallas de Valencia). En mi caso particular, me han llegado a preguntar por Semana Santa desde hace un mes. Conforme se van acercando los días grandes de la Semana Santa, las preguntas pueden llegar a decenas día tras día.

Y aquí es cuando comienza la conocida como "semana de la pasión" de los meteorólogos. En este artículo, no es mi intención hacer una previsión para Semana Santa (porque básicamente es imposible asegurar lo que va a pasar a más de 4 o 5 días, como comentaré más adelante). Sí que me voy a centrar en comentar los rasgos meteorológicos más destacados de esta época del año y algunos apuntes estadísticos.

Este año la Semana Santa cae en la segunda quincena de abril. A estas alturas del año, la circulación zonal (ponientes) suele dejar paso a una mayor variabilidad en la situación meteorológica, como consecuencia de las ondulaciones que presenta la corriente en chorro en plena primavera climatológica. Hay que recordar que cuando hablamos de ondulaciones nos referimos a vaguadas (inestabilidad y aire frío) y dorsales (estabilidad y aire cálido).

El ECMWF prevé ahora que las precipitaciones podrían estar por debajo del promedio en Semana Santa. Hasta hace unos días, señalaba todo lo contrario. ¿Volverá a cambiar? Fuente: AEMET.

La sucesión de estas ondulaciones provoca que en esta época del año tengamos una situación muy variable en España: se alternan los días calurosos y tranquilos con jornadas en las que la inestabilidad y el frío son los protagonistas. Además, las lluvias que empiezan a predominar son las de tipo convectivo (tormentas), de carácter muy local e irregular, y que en la mayoría de las ocasiones no se pueden prever hasta muy pocas horas antes.

Y con esto último último quiero decir que los meteorólogos y los climatólogos no somos adivinos. En la primavera, con una corriente en chorro ondulada, es imposible asegurar el tiempo que va a hacer a partir de 4 o 5 días. Y si hay alguien que se lo asegure, les está engañando. Podemos comentar tendencias o realizar aproximaciones probabilísticas, pero jamás asegurar (y de paso, comentar la escasa fiabilidad de las previsiones automáticas o las del móvil en una época del año en la que la atmósfera se presenta muy dinámica).

Para estos días también se suelen utilizar los datos climatológicos, para ver por ejemplo la temperatura media o cuántos días de precipitación podemos tener. La estadística de poco sirve, especialmente en el Mediterráneo, donde podemos tener un sólo día de lluvia de media para el período que comprende Semana Santa, pero puede pasar que ese día se caiga el cielo. Tampoco muchos días de lluvia es sinónimo de lluvias abundantes. 

Número medio de días de lluvia en la semana del 14 al 22 de abril (período 1981-2018). Fuente: AEMET.

Todo esto hay que explicarlo al público. Las previsiones pueden cambiar de un día para otro, y en muchas ocasiones las culpas se las llevan los meteorólogos o climatólogos de forma injusta. Sin ir más lejos, las previsiones del ECMWF y del GFS son totalmente opuestas para Semana Santa: el primero apuesta (por ahora) por frío e inestabilidad, y el segundo por todo lo contrario. Seguramente, cuando hayan leído este artículo, ya habrán vuelto a cambiar.

También es muy relativo asociar el buen tiempo con sol y estabilidad, mientras que el mal tiempo se suele relacionar con lluvias u otros fenómenos adversos. No creo que a un agricultor le parezca mal tiempo que llueva esos días de Semana Santa, y más ahora, cuando en algunas zonas del interior de España no se llegan aún a los 50 l/m2 en lo que llevamos de año, algo que puede provocar numerosos problemas si sigue sin llover hasta el verano.

No lo paguen con los meteorólogos o los climatólogos si llueve en Semana Santa (o en cualquier otra fiesta). Los modelos son los que proponen, y el cielo después es el que dispone. Nosotros únicamente interpretamos y comunicamos lo que vemos en los modelos meteorológicos (aunque uno de los prpblemas es que no todo el mundo sabe comunicar bien). Entonces...¿llueve en Semana Santa? En unos días ya podremos decir algo.

 

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