Por fin llega el invierno
El frío se ha hecho de rogar, pero un gran cambio de tiempo ha provocado un descenso brusco de la temperatura en toda la Península. Las últimas semanas habían estado dominadas por la circulación atlántica, con dominio del suroeste y precipitaciones cuantiosas en la mitad oeste de España y Portugal. Todo ello con temperaturas anormalmente altas, con algunos registros de récord que llegaron a superar los 25ºC. Los valores elevados también se encontraban en muchas ciudades europeas.
El frente que inició el cambio de masas de aire
La situación ha cambiado ha partir del domingo 15 de este mes de enero, ya que se ha formado un bloqueo anticiclónico norte a sur en el Atlántico que impedía el avance de las borrascas hacia el este. Esta disposición de las altas presiones ha provocado un giro del viento primero al noroeste y posteriormente al norte, con una descarga de aire frío en altura muy destacable, con valores inferiores a -35ºC a unos 5.000 m
Consecuencias de la borrasca
Las nevadas han sido considerables en el tercio norte por encima de los 300 metros, un agua que será beneficiosa para un futuro deshielo, ya que algunos puntos del noreste de la Península, todavía arrastran una grave sequía. El viento ha sido considerable, con rachas de 80 km/h en amplios puntos de la geografía y alcanzando las 120 a 150 km/h en las zonas más expuestas. Por último, la temperatura ha descendido notablemente en toda la Península, con un ambiente invernal que se ha consolidado.
Evolución a aire frío de origen continental
El fin de semana, días 21 y 22 de enero, ha habido la unión del anticiclón del Atlántico, con el escandinavo y ruso. Además se ha sumado la presencia de una borrasca muy activa con aire frío en el Mediterráneo. Entre estos 2 centros de acción, se ha generado un flujo de viento del noreste que ha mantenido y mantendrá hasta final de mes el ambiente invernal en la Península, especialmente en el norte y en el este, con heladas muy intensas.
Ola de frío en Estados Unidos
Esta entrada de aire frío no se puede comparar con la que hubo en América del Norte a finales del 2022. Aquella ola de frío provocó registros de temperatura inferiores a los -40ºC en el interior y norte del continente, con vientos intensos y una sensación de frío realmente extrema. El resultado fueron decenas de muertos, muchas zonas incomunicadas y gran multitud de pérdidas económicas.
Vivimos en un país de contrastes, donde las lluvias intensas se entrelazan con sequías y donde las altas temperaturas se convierten en fuertes heladas en cuestión de pocos días. La atmósfera está muy cambiante y parece que el movimiento meteorológico ha llegado para quedarse. ¡Disfruten de la meteorología pero siempre con precaución!