Nieblas y estado de ánimo

Nieblas y estado de ánimo
Autor: Alfred Rodríguez Picó - Director de TAIKOMETEOROLOGIA. Meteorólogo con más de 30 años de experiencia en TV3, Catalunya Ràdio, La Vanguardia, El Periódico y otros medios, así como profesor y conferenciante con más de 1500 charlas impartidas.
10 de diciembre, 2018

Invierno, situación anticiclónica, inversiones tèrmicas...equivalente a nieblas en extensas zonas del interior de la Península. Realmente es sorprendente como puede cambiar la situación en pocos kilómetros e incluso en centenares de metros. Vean lo que pudimos comprobar en este "viaje de Sol y niebla" de hace un par de años:

Salimos de Barcelona a las 9 de la mañana con una temperatura de 7º. Inmovilidad total. Nos dirigimos a Lleida para experimentar la niebla que desde hace más de 10 días ocupa extensas zonas del interior y oeste de Catalunya. Una vez fuera de la ciudad la temperatura desciende hasta los 2º. El cielo no muestra ninguna nube. Los campos están todavía blancos de la escarcha nocturna. A medida que subimos el puerto del Bruc la temperatura asciende para volver a descender cuando bajamos hacia Igualada y encontrar de nuevo abundante escarcha en las zonas donde el sol aún no ha calentado el ambiente. Ahora ascendemos hacia el puerto de La Panadella...y repentinamente observamos un espectáculo precioso: una verdadera cascada de nubes se precipita desde el puerto hacia nosotros. Jirones de niebla se desbordan y un viento helado que baja de la montaña nos demuestra cómo al otro lado hay un enorme depósito de niebla y frío, tan lleno que tiene que desparramarse por los bordes menos elevados. Una vez hemos llegado a esa zona, a casi 700 metros de altura, nos introducimos en la niebla, aún poco espesa. Vemos todavía el sol. La temperatura es de 3º. Vamos descendiendo hacia Cervera y la niebla se va espesando. El viento ya no sopla por que la niebla “no viene”, estamos dentro de ella. El termómetro continúa bajando, ahora marca 0º. Todo es gris y blanco, gris de la niebla y blanco de la escarcha que cubre absolutamente todo. Y de esta niebla no saldremos hasta pasado Zaragoza. Dos estados meteorológicos muy diferentes provocados por una única situación: el anticiclón invernal.

Durante más de 10 días seguidos la ciudad de Lleida y otras zonas próximas han tenido una niebla espesa. Durante todos esos días no han visto el sol, mientras que la mayor parte de Catalunya disfrutaba de unos días despejados, limpios y transparentes. El récord en Lleida ciudad son 29 días sin salir ni un momento de la niebla, durante el invierno extremadamente monónoto de 1988 a 1989.

El cuerpo humano sigue las pautas de luz natural con sus ciclos circadianos. El ritmo circadiano regula los niveles de melatonina que disminuye al amanecer y aumenta al atardecer. Pero si estamos un día y otro y otro en un ambiente gris casi oscuro pueden aparecer síntomas de depresión circadiana que se pueden traducir en alteraciones del apetito, estado de ánimo bajo, decaimiento o incluso irritabilidad, alteraciones del sueño…nos comentaban desde la capital del Segrià que si la niebla dura más de seis día, los psicólogos aumentan su clientela y si son más de 12 días, incluso pueden llegar a duplicarla.

La mayoría de los casos son leves y tienen fácil solución: coger el coche o algún transporte que nos lleve fuera de la niebla que en el caso de Lleida puede ser yendo hacia la Panadella o hacia el Montsec. Con un par de horas de exposición al sol, los síntomas depresivos pueden llegar a desaparecer. También podemos recurrir a la fototerapia que desde hace poco tiempo se está popularizando con unos efectos realmente beneficiosos, pero la única solución meteorológica es el viento del noroeste, el "cierzo", el "viento del Moncayo" el "serè" de Lleida que en cuestión de minutos, puede barrer literamente la niebla, pasando de una visibilidad de pocas decenas de metros a más de 50 kilómetros...y cambiar de estado de ánimo.

Alfred Rodríguez Picó

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