Mar de Aral, la historia de un desastre ecológico

Mar de Aral, la historia de un desastre ecológico
Autor: Iván Herrera Marín - Iván Herrera Marín | CTO Responsable Técnico en TROPOSFERICA. Meteorólogo y comunicador. Diseño gráfico. Ciencias Ambientales.
25 de abril, 2022

LO QUE ERA...

Viajamos hasta el centro del continente asiático. Entre Kazajistán y Uzbekistán, y hasta hace poco más de 30 años, existía un pequeño mar interior. A decir verdad y pese a su nombre, esta masa acuosa fue uno de los lagos interiores -laguna salada endorreica- más grandes del mundo, con casi 70000 kilómetros cuadrados.

Este gran lago interior estaba alimentado por los ríos Amu Daria y Sir Daria, formando una gran cuenca hidrográfica que recoge el agua de escorrentía de la cordillera del Pamir y las montañas del Tian Shan.

La diversidad biológica autóctona del lugar no era muy importante, pese a que se encontraban una gran variedad de especies endémicas de peces, como el esturión. También se encontraba un gran número de especies invertebradas, como crustáceos.

Durante los años 30 del siglo pasado y a sabiendas de las consecuencias, gran parte de los aportes de agua del Mar de Aral fueron desviados para el cultivo del algodón, como también arroz, cerales, entre otros.

... Y LO QUE ES EN LA ACTUALIDAD

La construcción de gran cantidad de canales de irrigación y presas ha ido mermando drásticamente la llegada de agua al Mar de Aral. La fuerte evaporación, incesante, hizo disminuir rápidamente su tamaño, sobre todo a partir de los años 60 y 70. En consecuencia, la salinidad del lago aumentó drásticamente, eliminando a muchas de las especies que en él se habitaban.

Además del uso del agua, se han registrado vertidos cargados de residuos fertilizantes, produciendo una fuerte eutrofización -pérdida del oxígeno del agua por descomposición de materia orgánica-. Entre otros vertidos industriales, como también la realización de pruebas armamentísticas, han hecho aumentar exponencialmente los niveles de contaminación en la zona.

Su volumen se ha reducido a un 10% en la actualidad, y por el momento no se observa voluntad alguna por su recuperación.

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