Contrastes de la meteorología
El final del verano se va acercando y la atmósfera empieza a adquirir un dinamismo cada vez más acentuado. Los primeros días de septiembre dependiendo del punto del territorio europeo en el que nos encontrábamos podíamos tener un tiempo totalmente diferente, de sol y temperaturas elevadas a inundaciones y ambiente otoñal. Si observamos la configuración atmosférica que teníamos entre sábado 2 y lunes 4, podemos diferenciar hasta 3 centros de acción diferentes situados en forma de Omega (?). Por un lado, una dorsal anticiclónica ascendía por el Mediterráneo central y afectaba gran parte del centro y norte de Europa con temperaturas claramente superiores a las habituales para las fechas. Por otro lado, en la península Ibérica y en el sureste europeo, dos borrascas se descolgaban de la circulación general atmosférica, convirtiéndose en DANA, con grandes tormentas.
Tiempo de cambios
¿Qué es una DANA? Es una Depresión Aislada a Niveles Altos de la atmosfera que se separa de la circulación general atmosférica. Puede quedar estacionaria o con movimientos anómalos, totalmente opuestos a los de la propia circulación general (oeste-este). Este tipo de situaciones acostumbran a dejar precipitaciones intensas y acompañadas de fenómenos meteorológicos adversos, como los que se han observado estos días en España o Grecia.
En el caso de España cabe resaltar las cantidades de agua recogidas en diversos puntos, como por ejemplo el Delta del Ebro, Navarra, Madrid, Andalucía. Tormentas bastante estáticas e intensas que provocaron inundaciones, con acumulaciones de lluvia que en algunos casos superaron los 200 litros en pocas horas. Otro aspecto a resaltar fue la gran cantidad de polvo en suspensión que se observó en la parte delantera de la borrasca, dejando un rastro de cielo turbio que llegó hasta Islandia, pasando por España, Francia e Islas Británicas.
La furia del Mediterráneo
En el Mediterráneo oriental, especialmente en Grecia la situación todavía ha sido más complicada. La borrasca bautizada como Daniel, con aire frío en altura y un mar a 27-28ºC fueron un cóctel explosivo para el desarrollo de grandes tormentas en el centro del país. Se acumularon hasta 800 litros en 24 horas en Zagora, en el centro del territorio continental griego, pero muchos observatorios han recogido entre 300 y 500 litros.
Desastre en Libia
La misma borrasca Daniel se trasladó al norte de África con características subtropicales y un ojo muy bien definido que auguraba precipitaciones torrenciales. En el caso de Libia las consecuencias han sido desastrosas, con el derrumbe de dos presas que provocaron graves inundaciones, especialmente en Derna y un rastro de más de 6800 muertos y más de 10.000 desaparecidos
Nos acercamos al otoño y como es bien sabido, el Mediterráneo es una zona de conflicto en esta época del año debido al aumento del dinamismo atmosférico y la llegada de los primeros brotes de aire frío procedentes del norte de Europa. Las previsiones indican que las borrascas podrán afectar el Mediterráneo durante los próximos meses, con lo que no descartamos nuevas inundaciones en breves periodos de tiempo.
