¿Adiós al tomatazo?

¿Adiós al tomatazo?
Autor: Samuel Biener - Geógrafo del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante
18 de diciembre, 2017

Parece que 2017, un año tremendamente irregular en lo que respecta a las temperaturas y a las precipitaciones en nuestro país y en el litoral mediterráneo, se despedirá con algunos cambios. Las previsiones indican que las altas presiones se podrían debilitar y retirar hacia el oeste, por lo que se abriría la puerta de cara a tener una situación distinta.

Sin embargo, el mes de diciembre lo hemos comenzado con un tiempo seco en buena parte del país, pero lo más significativo ha sido el frío, en algunas zonas se han registrado valores más propios de pleno invierno. Por ejemplo, en el caso de mi provincia, la de Alicante, durante algún día las temperaturas mínimas se han quedado cerca de los -10ºC.

Anomalía de la temperatura a 2 metros durante la mañana del 18/12/2017. Fuente: Tropicaltidbits.com

Y es que se han sucedido las entradas de aire ártico y polar, efímeras y potentes, con el anticiclón echándose rápidamente encima y posibilitando una inversión térmica muy acusada por las noches debido al frío acumulado. Por desgracia las precipitaciones han sido escasas en buena parte del país.Durante las próximas horas tendremos algunas precipitaciones restringidas al extremo norte peninsular, sur del Golfo de Valencia y algunas zonas de Baleares, debido al paso de una vaguada con vientos del N y del NE, que suelen ser secos en buena parte del país.

A partir del fin de semana parece que el anticiclón podria debilitarse y retirarse hacia el oeste, debido a que una pequeña vaguada o embolsamiento de aire frío en altura (hay dispersión en los modelos) descendería de norte a sur, apartando la dorsal hacia el Atlántico, como podemos ver en el mapa, donde los tonos menos cálidos señalan la presencia de aire frío en altura.

Altura Geopotencial en el nivel de 500 hPa (unos 550 m) prevista para el sábado. Fuente: Weather.us

¿Qué puede suponer esto? Puede quedar abierta la puerta de las borrascas atlánticas, que con el anticiclón debilitado podrían acercarse más a la Península, por lo que los frentes llegarían más activos al interior y en las montañas, donde la situación de sequía es preocupante.

La zona más perjudicada sería el Mediterráneo, donde los frentes dejan pocas precipitaciones, al llegar desgastados tras atravesar la Meseta y las cordilleras. Sin embargo, estamos hablando de medio-largo plazo, y por lo que vemos en las previsiones aún no podemos descartar nada tras el probable debilitamiento de las altas presiones.

 

 

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