Los oestes ganan la batalla

Los oestes ganan la batalla
Autor: Samuel Biener - Geógrafo del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante
29 de enero, 2019

Tras unas últimas semanas en las que había muchísima dispersión entre los modelos meteorológicos en las previsiones para el medio y largo plazo, a día de hoy parece que podemos intuir lo que nos espera en las últimas horas de este mes de enero y en los primeros días de febrero. Eso sí, no descarto que en los próximos días veamos cambios importantes en los mapas.  

Sin embargo, para lo que queda de semana la situación está más o menos clara. Durante los próximos días, una serie de borrascas muy profundas (con algún proceso de ciclogénesis explosivas, como en el caso de la borrasca Gabriel) irán circulando entre las Islas Británicas y la fachada cantábrica, que acaban tocando tierra en la Bretaña francesa.  

Ante este panorama sinóptico, los vientos del oeste y del noroeste se están dejando sentir en nuestro país, con rachas que superan los 100 km/h en puntos del norte y en zonas de montaña. Un viento molesto, que no cesa, debido al tren de las borrascas atlánticas que estamos teniendo durante estos días.  

Anomalía de presión prevista para finales de semana por el ECMWF. Fuente: Tropical Tidbits.

Por desgracia, las precipitaciones no van a ser generales, como sí lo va a ser el viento. Y es que con estas circulaciones, las lluvias y las nevadas son muy importante en Galicia, fachada cantábrica y en los Pirineos. Durante las últimas jornadas ya hemos tenido en esas zonas problemas por las nevadas y los desbordamientos de los ríos, y seguirá lloviendo y nevando sobre mojada, por lo que es previsible que se sigan produciendo problemas por allí.  

En estos sectores que acabamos de comentar se espera que puedan caer más de 100 l/m2 durante los próximos días, que serán en forma de nieve en las montañas. Sin embargo, la inestabilidad también llegará al resto de la Península Ibérica y a Baleares, aunque las precipitaciones serán algo más importantes en aquellos sistemas montañosos bien expuestos al oeste y al noroeste. Eso sí, las nevadas no serán tan importantes como en los Pirineos o en la Cordillera Cantábrica.  

La otra cara de la moneda la encontramos en el litoral mediterráneo y en el extremo sureste, donde las precipitaciones son muy escasas, y en algunos casos, inexistentes. Debido a las singularidades topográficas de nuestro país (Meseta, sistemas montañosos que la surcan, rodean y otras cordilleras periféricas), los frentes de poniente llegan muy desgastados a orillas del Mediterráneo.  

De las fuertes precipitaciones del noroeste y norte a la ausencia de las mismas en el litoral mediterráneo y sureste peninsular: típica situación de noroestes. Fuente: Weather Us.

Además, el aire polar marítimo (procedente del NW) llega desnaturalizado a esta zona por el efecto del relieve, ya que a medida que va tropezando por los distintos sistemas montañosos, perdiendo humedad y ganando temperatura. Cuando el viento de poniente desciende de la Meseta, Sistema Ibérico y de las Béticas, se recalienta y reseca (efecto foehn), por lo que las temperaturas son muy suaves en el litoral oriental y del sureste.

Si el solar ibérico fuera totalmente llano, la cosa cambiaría. Sin embargo, debido al relieve, mientras en unas zonas no deja de llover, en otras no cae ni gota; en unos sitios hace calor, y en otros el frío es el protagonista. Sin embargo, estos contrastes de climas y paisajes son los que hace a nuestro país único.  

De todas formas, los temporales de poniente pueden tener sus días contados, ya que los modelos meteorológicos prevén que de cara a la próxima semana el anticiclón podría volver a ganar terreno, mientras que las borrascas atlánticas circularían más al norte (una situación clásica de NAO +).  

Eso sí, tampoco hay que deprimirse aún, ya que al igual que las últimas irrupciones frías han sido descafeinadas tras unos mapas que al comienzo eran muy prometedores; ¿por qué no puede suceder lo contrario? Eso sí, las circulaciones zonales son más sencillas de prever que aquellas asociadas a una corriente meandrizante (bloqueos, descuelgues)...En definitiva, no hay que perder la esperanza, y más con febrerillo, el loco.

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